Ha llegado el momento de pulsar el botón de stop, de reducir el ritmo, de distanciarse de las actividades cotidianas para recargar pilas, de vaciar la mente para poder llenarla de nuevas ideas.

Este año he decidido –saltándome a la torera todos los consejos que sobre blogging pueda haber leído, aprendido e interiorizado- tomarme unas largas vacaciones en el blog.

Y aunque esta decisión pondría de los nervios a cualquier consultor de marca personal, sinceramente creo que para mantener vivo un espacio como este, al menos yo, necesito tomar distancia, parar para coger impulso.

Es importante evaluar lo conseguido, reposar todas las ideas de bullen en la cabeza y  reformular lo que no funciona; las vacaciones son un momento excelente para hacerlo.

La entrada de hoy -para los que andáis por aquí desde hace tiempo- os resultará familiar.

5 tips que te permitirán parar para coger impulso

 

 

1. Olvídate del tiempo.

Durante el año vivimos pegados al reloj, a la agenda, al smartphone, a largas listas de tareas, a cumplir plazos y a aceptar y cancelar citas.

Durante tus vacaciones guarda el reloj en el cajón. Disfruta de cada segundo sin importarte la hora. No hay prisas, solo vive el momento.

2. Pulsa el botón off.

Es difícil, créeme que lo sé. Estamos hiperconectados y nos llevamos la oficina y a los clientes a la playa para que se tumben con nosotros en la arena y tomen el sol a nuestro lado.

Hace relativamente poco tiempo, uno se marchaba de vacaciones y ¡no pasaba nada!

No te podían localizar, te ibas y punto.

No teníamos email, ni teléfono móvil de empresa; los papeles se acumulaban hasta la vuelta y los marrones -si no se los comía otro/a- a tu regreso se habían volatilizado o directamente se habían convertido en negro azabache, pero ¡nadie vivía como una tragedia el no haber hablado contigo durante la crisis!

Por eso:

Llévate en la mochila solo lo imprescindible. Los problemas seguirán ahí cuando vuelvas, no van a desaparecer por arte de magia, pero al menos te habrás olvidado de ellos durante algún tiempo; tú determinarás cuánto: un día, una semana o un mes.

3. Conviértete en caracol

El resto del año vives acelerado/a, descomprime e intenta bajar el ritmo. Ya sé que es complicado, en tono de humor en el post “Adictos a la velocidad” hacía un repaso a cómo vivimos en general las tan ansiadas vacaciones. ¡Una pena, la verdad!

4. Para descomprimir no necesitas grandes cosas, sólo una forma distinta de mirar a tu alrededor.

Basta con permitirte a ti mismo/a disfrutar de las pequeñas cosas que te rodean y de las personas que comparten tu vida: un buen café, un largo paseo, una conversación, una sonrisa, el chapoteo en la piscina, el sol que te achicharra la piel… disfruta, solo disfruta.

5. Por unas horas…¡regresa a tu niñez!

Recuerda cómo vivías las largas vacaciones, con qué te divertías, cómo estirabas los días y las horas, muchas veces jugando al balón bajo un calor de espanto; de eso se trata, de volver a vivir estos días de parón como cuando éramos niños

Yo lo voy a intentar ¿y tú?

R E C U E R D A:

Los ratos de ocio son la mejor de todas las adquisiciones. Sócrates #cita Share on X

Fuente de imagen: Pixabay

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