Según Oscar Dalmau en un artículo publicado en el blog Avances en gestión clínica, la situación derivada por la pandemia de la COVID 19, “está obligando a los líderes clínicos a activar y desarrollar un conjunto de habilidades (nuevas o con un prisma distinto al utilizado anteriormente) que les permitan dar respuesta a un desafío sin precedentes”. Nuevas competencias para una nueva normalidad. Estas son algunas de las ideas planteadas por el autor .
Los líderes clínicos no solo son los jefes y/o directivos
Algo obvio pero que es importante recordar.
Si algo ha demostrado esta pandemia es la importancia de los “profesionales que ejercen un liderazgo (…) en su entorno, con su equipo, ante los pacientes y las familias” . Profesionales – líderes que necesitan analizar constantemente información interna y externa, datos y tendencias, para anticiparse y tomar decisiones bajo una enorme presión “social, mediática, política, económica”.
En este nuevo escenario donde los profesionales han de hacer frente a la gestión de la complejidad y diversidad, las hard skills sin duda son importantes, pero determinadas soft skills adquieren relevancia
6 skills que han de formar parte de la base competencial de estos nuevos líderes clínicos
- Resiliencia.
- Autocontrol.
- Inteligencia emocional.
La primera les ayudará a sobreponerse a momentos críticos y de mucha presión; la segunda y tercera les serán necesarias para desarrollar conductas y comportamientos que muestren flexibilidad y capacidad de adaptación.
- Comunicación asertiva y empática.
- Escucha activa.
- Capacidad de trabajo colaborativo y multidisciplinar (va más allá del trabajo en equipo) tanto dentro del servicio/unidad como de manera transversal con el resto de la organización, otras organizaciones y la sociedad.
Estas tres competencias son vitales para establecer una buena relación entre los miembros del equipo, con el paciente y su entorno.
Las 6 competencias core de los líderes clínicos
Serían las “orientadas a facilitar el desarrollo” en entornos VUCA:
- Pensamiento crítico.
- Capacidad analítica.
- Resolución creativa de problemas complejos.
- Toma de decisiones basada en creer (en las evidencias científicas, en la capacidad técnica de los equipos, en la gestión del conocimiento) y en crear (facilitar condiciones que permitan dar solución a cada situación).
Esta última capacidad, la de creer y crear en medio de la incertidumbre requiere desarrollar las dos últimas:
5. Saber inspirar, persuadir, influir en el equipo «para asegurar la orientación, la eficacia y la seguridad de las decisiones tomadas»
6. Flexibilidad para replantear escenarios y reformular estrategias, apoyando la toma de decisiones en:
-
- Procesos, procedimientos, protocolos.
- Personas, equipos, talento.
- Recursos materiales, tecnológicos, sistemas de información.
Hecho el repaso, no podemos olvidar la competencia más importante, aquella que han demostrado con creces todos los profesionales de la sanidad: una clara orientación al paciente. Aquella por la que les hemos aplaudido todos los días durante semanas y la que da sentido a su misión y visión. No lo olvidemos.
Esta entrada es una adaptación del artículo “Liderazgo clínico: creer y crear en tiempos de pandemia” de Oscar Dalmau.
Fuente de imagen: Freepik
¡Ya falta menos para la publicación de mi libro en Amazon! Se está haciendo esperar
Si todo va según lo previsto, en Junio estará disponible tanto en formato epub (Kindle) como en papel, para que puedas realizar con calma los ejercicios que incluye.