Al hacer repaso de cómo hemos liderado el proyecto de competencias para clínicos del que te hablé en este post, y las claves de su éxito, sin duda, el valor de la cercanía ha sido fundamental para alcanzar el objetivo, y para conseguir un propósito compartido en el que queremos continuar trabajando de la mano, como equipo, clínicos y Recursos Humanos.

En estos días de reflexión tras la borrachera de la alegría, revisando documentos, releí la reflexión que elaboré para el programa Mentoring Minerva en el que  participaba como mentora de desarrollo profesional, sobre el valor fundamental para mí en los procesos de mentoring, y al hacerlo, me di cuenta de que lo que explicaba entonces, era aplicable al proyecto de desarrollo profesional cuyo primer hito acabamos de alcanzar. Sin este ingrediente el resultado hubiera sido totalmente distinto.

Comparto  mi aportación de entonces, plenamente vigente en el aquí y el ahora.

 

Significado del valor para mi

La cercanía como valor es la capacidad de relacionarse con los demás desde la proximidad, humanizando e igualando la relación, reduciendo la distancia física, emocional o social que pudiera existir.

En suma, implica mostrar al otro -con palabras y con hechos- que te importa, que estás ahí para acompañarle, sin adoctrinamiento, aportándole tu experiencia desde la humildad y enfocando la interacción como un espacio de aprendizaje mutuo.    

 

Para qué ha sido útil este valor en los procesos de mentoring

La confianza es fundamental para el éxito del proceso de mentoring.

En mi experiencia como mentora la cercanía ha sido una de las claves para conseguirla, poniendo en práctica las distintas dimensiones que tiene para mí este valor.

La primera, la proximidad emocional.

Cuando te muestras cercano, evidenciando al tutelado un interés real por quién es y por lo que quiere conseguir, escuchando de manera activa, compartiendo experiencias personales y profesionales -no solo éxitos sino también fracasos- humanizas la relación.

Si el tutelado te siente a su lado, a su mismo nivel, sin juzgarle ni imponerle tu criterio, esta situación le permite abrirse, mostrar inquietudes y bloqueos sobre los que poder trabajar.

La segunda, la proximidad físico-temporal.

Si ofreces al tutelado la posibilidad de contactar contigo cuando aparezcan las dudas o quiera comentar inquietudes, al margen de las sesiones de mentoring planificadas, pones de manifiesto que para ti es importante su evolución, porque las dudas -como le sucedía a Picasso y la inspiración- surgen cuando trabajas en tu plan.

Esta disponibilidad hace sentir al otro que el acompañamiento es auténtico y que no se encuentra solo ante su objetivo, lo que a su vez retroalimenta la confianza en el proceso.

 

Cómo poner en marcha este valor

La cercanía no puede impostarse, o eres o no eres una persona cercana.

Como mentora intento que esté presente durante todo el proceso, en especial en las primeras sesiones, pues en ellas se establecen los cimientos del programa.

Es en esos primeros contactos cuando me aproximo al tutelado, ofreciendo mi ayuda, escuchando, atendiendo a lo que se dice, y a lo que, sin decir, está presente, dejando espacio para lo personal y creando un clima de afabilidad. 

Esta cercanía me ha ayudado a establecer una conexión especial con mis tutelados, lo que ha facilitado el poder cambiar el rumbo cuando ha sido necesario, al observar lo que no se decía, pero era importante trabajar para avanzar.

 

Cómo utilizar este valor para el desarrollo y aprendizaje del tutelado

  • Desde una relación de igualdad es más fácil compartir sueños pero también miedos.
  • La proximidad permite identificar cuáles son realmente los bloqueos.
  • Humanizando la relación se consigue un feedback más efectivo.

 

Qué me ha permitido salir fortalecida y con aprendizaje desde este valor

Concibo el mentoring como un proceso de aprendizaje mutuo.

Como mentor aportas tu experiencia, pero la relación con el tutelado te enriquece tanto a nivel profesional como personal. Y es precisamente en ese ámbito personal donde he salido más fortalecida.

Poner en práctica el valor de la cercanía y todo lo que ello implica, me ha permitido detectar no sólo fortalezas: capacidad para generar clima de confianza, habilidad para percibir lo que no se verbaliza, actitud empática y compromiso; sino también semáforos en ámbar en mis relaciones interpersonales: confundir guiar con dirigir, tendencia a proteger o tomar las decisiones erróneas del otro como fracasos propios.

De todo lo anterior sin duda la enseñanza más importante ha sido constatar que Se abren más puertas y se derriban más muros perdiendo el miedo a ser vulnerable. Share on X

 

Mi mentor fue

Afortunadamente fueron varios, en distintos momentos de mi vida y sería injusto reconocer la labor de uno silenciando la del resto. En gran medida soy la persona que soy, por todos y cada uno de ellos; los que estuvieron y me acompañaron en el pasado y los que están y de los que aprendo en el presente. Sin su guía, sin sus retos, sin su cercanía, hubiera sido más difícil avanzar*

*Incluido como agradecimiento en mi libro «Mentoring Me!: Recursos de autoliderazgo para aplicar en tu día a día»)

 

R E C U E R D A

Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante - Antoine de Saint-Exupéry. Share on X

 

 

Fuente de imagen: www.freepik.es
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