Supongamos que lideras equipos, o los coordinas, o participas como miembro, contesta a estas preguntas: a la hora de abordar los temas ¿escuchas a los demás?, ¿te replanteas tu punto de vista?, ¿defiendes tu opinión desde una postura flexible o inmovilista?. Dependiendo de tus respuestas, tienes más o menos desarrollada «la apertura mental». Hoy veremos en qué consiste y cómo entrenarla.

Dede Henley en su artículo «Three secrets to leading with an open mind» para la revista Forbes, introduce dos conceptos muy relacionados y de suma importancia si quieres liderar con éxito un equipo, sobre todo (opinión personal) a profesionales jóvenes, de las nuevas generaciones Millennial o Z, que necesitan ser escuchados y saber que aportan valor al proyecto.

Veamos qué influye en nuestra apertura mental.

 

1. Apertura de mente = humildad intelectual

Para los profesores Elizabeth J. Krumrei-Mancuso y Steven Rouse el concepto de «humildad intelectual» está formado por cuatro elementos:

  1. Respetar los puntos de vista ajenos.
  2. Ser capaz de poner en duda los propios conocimientos.
  3. Separar el ego del intelecto.
  4. Tener la voluntad de revisar y replantear los propios puntos de vista.

 

2. Apertura de mente = agilidad mental

«La apertura (de mente) implica que somos receptivos a todo lo que llega a nuestra conciencia y no nos aferramos a ideas preconcebidas sobre cómo deberían ser las cosas. Dejamos ir las expectativas y recibimos las cosas como son, en lugar de tratar de hacerlas como queremos que sean» Daniel J. Siegel

La agilidad mental sería la capacidad de ampliar nuestro pensamiento, aceptando la diversidad de opiniones y puntos de vista.

Supone enriquecernos con la opinión y la perspectiva del resto del equipo, aceptando que por muchos conocimientos y experiencia que tengamos, eso no nos sitúa en una posición de «poseedor de la verdad absoluta»,  lo que implica a su vez,  ser capaces de dejar el ego bien atadito en una esquina y no sobrevolando la mesa de reuniones en la que estamos abordando un asunto o proyecto concreto.

 

3. ¿Y si no tengo ni humildad ni agilidad mental?

Si no las tienes y no las quieres, aquí termina tu lectura, para qué perder más tiempo. Gracias.

Si no las tienes pero te planteas adquirirlas, como cualquier otra competencia, estas se entrenan y por tanto se desarrollan.

Para ello, veamos los tips que propone Dede Henley

 

Tip 1: cerrar la puerta a las ideas preconcebidas

Revisa tu argumentario ¿son opiniones objetivas o buena parte de este se sustenta en «prejuicios»?

Los prejuicios son historias que nos contamos a nosotros mismos o que nos han contado y a fuerza de repetirlas, se han convertido en verdades absolutas. Son atajos que construye nuestra mente, que es vaga por naturaleza, para comprender y dar sentido a lo que nos rodea.

Ni siquiera somos conscientes de su existencia e influencia a la hora de enfocar y abordar un asunto.  Se activan de manera automática.

 Puede ayudarte el practicar la atención plena para detectar estas creencias y prejuicios que están influyendo o pueden influir en las relaciones con tus colaboradores.

Si quieres profundizar en este aspecto te invito a leer  «7 pecados que podemos cometer al hablar» , capítulo de mi libro «Mentoring me! Recursos de autoliderazgo para aplicar en tu día a día»

 

Tip 2: apagar el piloto automático

¿Cuántas veces has llegado a tu destino sin ser consciente de que conducías?¿qué es lo primero que haces al levantarte? ¿lo repites diariamente y de la misma manera?

Todos realizamos un montón de actividades que repetimos diariamente, casi al milímetro, lo curioso es que no las identificamos porque las realizamos sin prestar atención. Son las llamadas «actividades de memoria», totalmente automatizadas.

Reconocerlas y modificarlas en pequeñas dosis, hará primero, que las reconozcamos (lo que puede incluso sorprendernos) y segundo, reprogramarlas, modificarlas, entrenando la mente para cambiar patrones, imprescindible si queremos entender e integrar puntos de vista diversos.

Para conseguirlo puede ayudarte este ejercicio:

Revisa una actividad sencilla, por ejemplo qué haces al salir de la ducha (cómo te secas, el orden que sigues, la concatenación de micro actividades). Tras ser consciente de estas actividades de memoria, intenta cambiarlas, por ejemplo, cambiando el orden en el que las realizas. Una vez «reprogramada» elije la siguiente actividad de memoria y actúa de la misma manera.

 

Tip 3: aquietar el ego

Hablamos de humildad. Para entender qué significa aquietar (tranquilizar) el ego, qué mejor que la definición de Edward D. Hess extraída de su libro “Humility is the new smart” 

«La humildad es la nueva inteligencia, es la forma en que trabajamos deliberadamente para reducir nuestra actitud defensiva emocional; es tener empatía y amplitud de miras; participar en la escucha reflexiva, buscando la perspectiva y comentarios de otras personas»

Tenlo en cuenta en la próxima reunión a la que asistas, no pierdes nada por intentarlo.

 

Como conclusión a esta entrada:

R E C U E R D A

Las mentes, como los paracaídas, funcionan mejor cuando están abiertas. #cita #quote Albert Einstein Share on X

 

 

Fuente de imagen: creadoa por wayhomestudio para www.freepik.es
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