¿Cuál es el ingrediente estrella del trabajo en equipo ? La confianza, ¡elemental querido Watson! Comenzamos el post de hoy dedicado a equipos, confianza y líderes que pueden perderla👇
La confianza es la base sobre la que construir, no en vano para Patrick Lencioni su ausencia es la primera de las disfunciones de un equipo (y existen otras cuatro 😉)
Un equipo confiará en su líder si puede creer de éste tres cosas: «que se preocupa por él (empatía), que es capaz de tener en cuenta sus necesidades (lógica) y que hará lo que dice que va a hacer (autenticidad)»…ahí es nada.
Los problemas surgen cuando alguno (o todos) estos elementos se tambalean, dejando que el equipo sienta y por tanto crea, que el líder ha dejado de ser confiable y el entorno ha pasado a ser psicológicamente inseguro. Y esto puede suceder por mantener en el tiempo:
1️⃣ Inconsistencias en la lógica.
Cuando como líderes decimos que tenemos en cuenta las necesidades/expectativas de nuestro equipo, pero:
✔️ Aplicamos el café para todos, lo que generalmente encubre el miedo a tomar decisiones que generen conflicto. Mejor pasar de puntillas. Efecto: frustración de los colaboradores más motivados y mediocridad generalizada. Total, para lo que sirve dejarse la piel….
✔️ Exigimos demasiadas heroicidades. Si de manera permanente pedimos al equipo un sobresfuerzo, además de agotarse, le perderemos por el camino. «Muchos modelos de negocio están diseñados para los empleados que desearíamos tener, no para los empleados que realmente tenemos, los que tienen imperfecciones y vida fuera del trabajo».
✔️ Padecemos el síndrome del objeto brillante: abrimos permanentemente melones lanzándonos a proyectos nuevos sin haber cerrado los antiguos, menospreciando así el trabajo y esfuerzo realizado y sin tener en cuenta lo realmente urgente. Efecto: equipo sin rumbo y sin resultados.
2️⃣ Por inconsistencias en la empatía.
Cuando aseguramos que nuestros colaboradores nos importan, pero:
✔️ Ponemos el foco en intentar conseguir la aceptación «de los de arriba» sin tener en cuenta la realidad «de los de abajo».
✔️ Utilizamos mal su tiempo (el recurso más valioso) haciendo que lo pierdan en tareas carentes de valor.
✔️ Aceptamos daños colaterales sin despeinarnos: «hicimos todo lo que pudimos».
✔️Pasamos por alto «el miedo dominical» generalizado, a pesar de que los lunes se respire un auténtico bajón como si los Dementores circularan por la oficina.
3️⃣ Por inconsistencias en la autenticidad.
Cuando decimos una cosa y hacemos otra: lo que podemos, lo que nos da la gana o lo que nos piden que hagamos.
Quien diga que no ha tenido en su liderazgo alguna de estas inconsistencias que levante la mano porque me encantará conocerlo/a. Algo puntual, puede pasarse por alto, un patrón mantenido en el tiempo no.
Hablamos de coherencia y honestidad. Sin ellas, difícilmente construiremos espacios confiables y seguros. Piénsalo.
Resumen basado en este artículo de HBR
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